miércoles, 11 de abril de 2012

San Pedro: Un oasis dentro del desierto

Iglesia de San Pedro
     He tenido la suerte y el placer de llegar a este destino en varias ocasiones de mi vida, en etapas muy diferentes y en variadas compañías.  San Pedro es de esos lugares con “magia eterna”, que a pesar de conocerlo de pies a cabeza, nunca dejo de admirar. Repetiría esta aventura una y otra vez; es impresionante cómo en cada nueva aventura aparecen más y más maravillas escondidas tras la inmensidad del norte de Chile.

     Sobre San Pedro podría relatar un montón de historias. Podemos introducirnos en las profundidades de su gente, de su historia, de sus mil y un lugares para conocer, de sus fiestas clandestinas, de su flora o de su fauna.  En esta ocasión, mi propósito será más acotado: compartiré algunas de las rutas más tradicionales por recorrer en San Pedro y sus alrededores. Empezaré este viaje sumergiéndonos en el pueblo y describiendo los lugares que no podemos dejar de ver. Luego, los invitaré a conocer los imperdibles y más conocidos tours que rodean San Pedro y que, en mi opinión, forman parte del más hermoso y entretenido panorama nortino.



Feria artesanal
     Una buena forma de empezar a conocer San Pedro es recorriendo sus calles. El pueblo es pequeño pero nunca dejará de ser una inmensa atracción. Aún cuando muchas veces agote la cantidad de turistas, sus atractivos dan a entender el por qué nadie se quiere perder su encanto.  Puedes comenzar tu ruta desde la Plaza principal de San Pedro.  En ella se encuentra la Iglesia, que data del siglo XVI. Se trata de un templo de estilo andino construido de adobe, al igual que todas las viviendas del poblado. En la misma plaza está el museo arqueológico del Padre LePeige, centro histórico que conserva gran parte de la cultura atacameña (objetos, cerámicas, vestimenta e incluso momias). Al frente de la plaza puedes encontrar la gran feria artesanal de San Pedro de Atacama. Hay que decirlo: sus precios no son baratos, pero vale la pena dar un paseo para interactuar con los verdaderos habitantes del pueblo. No estará de más, como buenos viajeros,  regatear un rato, y lograr traer con nosotros unos calcetines de lana o alguna llamita para el recuerdo.

Laguna Tebinquinche
     El paso siguiente es conocer sus alrededores. Un tour que nadie debe perderse es un viaje por el Salar de Atacama. Este tour incluye, la Laguna Cejas, los Ojos del Salar y culmina en la hermosa Laguna Tebinquinche. El camino para acceder a estas tres atracciones es algo dificultoso, no tanto por el camino en sí, sino por la cantidad de otras vías que lo cruzan y que pueden hacer perder el rumbo. Por eso es recomendable contratar un servicio de turismo – algo fácil de encontrar en  el pueblo de San Pedro- que incluye el  transfer, el guía, y a veces, un pequeño aperitivo para apreciar el paisaje.

       La primera parada es la laguna Cejas o Cejar, una curiosa y hermosa laguna rodeada de cristales de sal que desafía la gravedad. Al sumergirte en ella te darás cuenta de la relajante y singular sensación de estar flotando en el agua sin esfuerzo alguno. La temperatura del agua es baja, pero, por regla, por favor no dejes de vivir está única experiencia en el mundo; mandato dirigido sobre todo a los más friolentos. La vista que se aprecia en esta parada es espectacular. En esta laguna es posible divisar los volcanes Licancabur, Lascar y Corona. Luego de un rico baño, continuamos nuestro tour. Esta vez la van se detendrá en los Ojos del Salar, dos grandes pozas de agua de color negra. En esta laguna, los más osados se atreverán a lanzarse al vacío, sin tener mucha visión de lo que hay en el agua y a soportar nuevamente el frío. El tour culmina en la Laguna Tebinquinche, mi favorita de este recorrido e ideal para contemplar el atardecer.  Se trata de una inmensa laguna formada de sal. La pureza del color blanco te hace sentir en otro planeta y para qué decir las hermosas y creativas fotos que puedes capturar en este lugar. Cuando la sal de la laguna va desapareciendo, tienes la suerte de ver el  efecto espejo que produce, algo realmente indescriptible con palabras.

Entrada al Valle de la muerte
    Otro recorrido impostergable en tu viaje a San Pedro es el Valle de La Luna. Al igual que el viaje anterior, es recomendable contratar una agencia de turismo que te lleve al lugar, y así aprovechas de visitar: Cordillera de la Sal,  Valle de La Muerte, Las Tres Marías para terminar contemplando el atardecer en el famoso Valle de La Luna. Estos lugares son impresionantemente indescriptibles, la belleza natural que los envuelve es lejos, su mayor atractivo.

    El recorrido comienza en la Cordillera de la Sal, un frondoso paisaje con gigantescas formaciones geológicas. En esta caminata te harás conocedor de los diversos mitos e historias que los habitantes del pueblo cuentan sobre la génesis de estas grandes formaciones naturales. En la cordillera de la Sal, se encuentra el Valle de La muerte, un enorme paisaje construido por la formación de piedras durante millones de años, cuya geografía da para la imaginación de todos. Antes de la parada principal de este tour, conocerás las Tres Marías, una curiosa formación de piedras, que con ayuda del viento,  construyó las siluetas de tres figuras que los visitantes asemejan a tres vírgenes del desierto. Finalmente, llegarás al gran Valle de La Luna, un hermoso  paisaje con formaciones de piedra y de arena que te hacen sentir realmente fuera del planeta. Es uno de los atardeceres más lindos que he podido disfrutar en mi vida.

     Desde ya mucha suerte. Si andas con poco tiempo, no intentes abarcar mucho. Disfruta tu recorrido sin apuros ni limites. Recuerda que siempre te quedarás con ganas de volver. Buen Viaje

Ranati


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